Eres tan altiva e imponente
Que ni la luz mas blanca puede borrarte
Eres tan hermosa y latente
Que matas los corazones de quienes osan amarte
Eres venenosa como la hiedra
Tanto como la que crece en mi jardín
Eres dura como esta piedra
Y maldita en tu vivir
Absorbes mi energía
Y sola, te escondes en mí
Me dejas sin valía
Y huyes lejos de mí.
No se como llamarte
Muerte, odio o fin
A veces quisiera odiarte
Pero ese sentimiento tampoco lo dejas en mí.
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