viernes, 14 de noviembre de 2008

¿DONDE ESTAN LAS MANOS DE DIOS



Cuando observo el campo sin arar, cuando los aperos

de labranza están olvidados cuando la tierra está quebrada

me pregunto ¿dónde estarán las manos de Dios ?

Cuando observo la injusticia, la corrupción, el que explota al débil;

cuando veo al prepotente pedante enriquecerse del ignorante y del pobre,

del obrero y del campesino carente de recursos para defender sus derechos

me pregunto ¿dónde estarán las manos de Dios ?

Cuando contemplo a esta anciana olvidada ; cuando su mirada es nostalgia y

balbucea todavía algunas palabras de amor por el hijo que la abandonó

me pregunto: ¿dónde estarán las manos de Dios ?

Cuando veo al moribundo en su agonía llena de dolor;

cuando observo a su pareja y a sus hijos deseando no verle sufrir;

cuando el sufrimiento es intolerable y su lecho se convierte en un

grito de súplica de paz, me pregunto: ¿dónde estarán las manos de Dios ?

Cuando miro a ese joven antes fuerte y decidido, ahora embrutecido

por la droga y el alcohol, cuando veo titubeante lo que antes era una inteligencia

brillante y ahora harapos sin rumbo ni destino me pregunto

dónde estarán las manos de Dios ?

Cuando a esa chiquilla que debería soñar en fantasías, la veo

arrastrar su existencia y en su rostro se refleja ya el hastío de vivir,

y buscando sobrevivir se pinta la boca y se ciñe el vestido y sale a vender

su cuerpo, me pregunto : ¿dónde estarán las manos de Dios ?

Cuando aquel pequeño a las tres de la madrugada me ofrece su periódico,

su miserable cajita de dulces sin vender, cuando lo veo dormir en la puerta

de un zaguán titiritando de frío, con unos cuantos periódicos que cubren

su frágil cuerpecito, cuando su mirada me reclama una caricia, cuando lo

veo sin esperanzas vagar con la única compañía de un perro callejero,

me pregunto: ¿dónde estarán las manos de Dios ?

Y me enfrento a El y le pregunto : ¿dónde están tus manos Señor ?

para luchar por la justicia, para dar una caricia, un consuelo al abandonado,

rescatar a la juventud de las drogas, dar amor y ternura a los olvidados.

Después de un largo silencio escuche su voz que me reclamó,

"no te das cuenta que tú eres mis manos,

atrévete a usarlas para lo que fueron hechas,

para dar amor y alcanzar estrellas".

Y comprendí que las manos de Dios somos "TU y YO",

los que tenemos voluntad, el conocimiento y el coraje para luchar por

un mundo más humano y justo, aquellos cuyos ideales sean tan altos

que no puedan dejar de acudir a la llamada del destino, aquellos que

desafiando el dolor, la crítica y la blasfemia se reten a si mismos para

ser las manos de Dios.

Señor , ahora me doy cuenta que mis manos están sin llenar, que no han

dado lo que deberían dar, te pido perdón por el amor que me distes y

que no he sabido compartir, las debo de usar para amar y conquistar

la grandeza de la Creación.



El mundo necesita esas manos, llenas de ideales y estrellas,

cuya obra magna sea contribuir día a día, a forjar una nueva civilización,

que busquen valores superiores, que compartan generosamente

lo que Dios nos ha dado y puedan al final llegar vacías,

porque entregaron todo el amor, para lo que fueron creadas

y Dios seguramente dirá:

¡ESAS SON MIS MANOS !

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